En un esfuerzo por combatir la crisis climática, la inteligencia artificial (IA) ha emergido como un aliado crucial en la búsqueda de soluciones sostenibles. Gracias a algoritmos avanzados y
análisis de datos, la IA está revolucionando la gestión de recursos naturales y la conservación del medio ambiente.Desde la monitorización en tiempo real de la deforestación hasta la optimización de la eficiencia energética, la IA se ha integrado en diversas iniciativas ambientales. Los drones equipados con
tecnología IA vigilan áreas forestales, identificando patrones de tala ilegal y alertando a las
autoridades de manera instantánea.
Además, algoritmos de aprendizaje automático analizan datos climáticos para prever eventos extremos, permitiendo una planificación anticipada y una respuesta más efectiva a desastres naturales. La IA también juega un papel crucial en la gestión de residuos, optimizando la
recolección y fomentando el reciclaje mediante sistemas inteligentes.
En la COP28, uno de los retos que se propuso para los países en desarrollo fue justamente el
uso de inteligencia artificial para la acción climática. La iniciativa es impulsada por el Comité Ejecutivo de tecnología (CET) de la ONU Cambio Climático y Enterprise Neurosystem una
comunidad de IA sin fines de lucro.
Según la United Nations Climate Change, en el evento de la COP28, el debate que reunió a empresarios y líderes de gobierno y empresas de cooperación, uno de los retos que se tiene respecto al uso de la Inteligencia Artificial es el lograr que este uso no contribuya al aumento de
la brecha digital en países en desarrollo.
Expertos destacan que la combinación de la inteligencia humana y artificial potencia la toma de decisiones informada, llevando a soluciones más efectivas y rápidas para preservar nuestro planeta. Este matrimonio entre la tecnología y la sostenibilidad promete un futuro donde la inteligencia artificial sea una fuerza clave en la lucha contra el cambio climático.